La tecnología permite a los profesores hacer actividades que no son posibles en comparación con el salón de clases tradicional. El reto más grande en el uso de la tecnología en los cursos, es que los maestros sean creativos al momento de usar la tecnología para enseñar y aprender.
El usar tecnología en los ambientes de aprendizaje ayudan a la entrega y a la comprensión del material mismo, pero no sólo es usarla por usarla, “el extenso uso de tecnología en la enseñanza se puede justificar cuando esta es usada estratégicamente” (Bates, p.134). El ejemplo más claro entre la transición del la enseñanza tradicional en el salón y la educación a distancia es el Aprendizaje Combinado, el cual es una combinación de clases presencial (esencialmente reducida) y aprendizaje en línea. Con este modelo lo que se intenta es “asegurar que la combinación o mezcla involucre las fortalezas de cada tipo de ambiente de aprendizaje y no las debilidades de cada uno” (Lozano, p. 139). Pero diseñar un curso no es nada fácil. Se necesitan muchos involucrados.
Al diseñar un curso a distancia, no solo participa el maestro mismo en su elaboración, participan todo un ejercito de personas desde la gente de medios, mercadeo, bibliotecarios, los profesores mismos, etc. Todos ellos ponen en acción sus experiencias para que entre este equipo salga adelante el programa elaborado y de esta manera se enriquezca. Pues bien, toda esta colaboración participativa desde que inicia la concepción y elaboración del diseño es importante así como el mismo desarrollo y la puesta en marcha del curso mismo. De la misma manera que las tecnologías se pueden aprovechar como nuevos medios para alcanzar el aprendizaje, los profesores deben saber “no sólo cómo usar las herramientas; sino también sobre el qué diseñar y el porqué de ciertas acciones, lo cual conduce a que el equipo docente cuestione y debata sus decisiones” (Lozano, p.214). Es por esto que como nos dice Bates (2003): para que la tecnología sea usada más efectivamente, los departamentos necesitan desarrollar un plan de enseñanza, en el cual no sólo se incluya el curriculum (el qué) sino también los principales aspectos a entregar (el como). Así, la importancia en el diseño de los aprendizajes en los ambientes virtuales, se debe en gran medida a la perspectiva epistemológica de la técnica frente a una perspectiva epistemológica de la práctica, ya que ambas enriquecen nuestros enfoques tanto en la practico como en la teoría en el diseño de ambientes de aprendizaje y su enseñanza, como menciona Lozano (2007). La principal ventaja de la interacción en los ambientes virtuales es la gran sinergia que logran todos los involucrados tanto las personas como la tecnología, para el objetivo principal: “recontribuir en la construcción del conocimiento de los alumnos” (Lozano, p.202).
Y para llevar a acabo esto, una de las herramientas más sugerentes en la educación a distancia es el uso de radio por internet para aprovechar las diferentes virtudes que nos da este tipo de medio. Este medio permite una alta interacción entre los estudiantes y los maestros, donde nos “ofrece el potencial de diseñar ambientes de aprendizaje de gran valor para los participantes por medio de la promoción de una interacción social, activando el estímulo auditivo en el proceso de enseñanza-aprendizaje” (Lozano, p. 242). El radio chat nos ofrece una flexibilidad en tiempo y espacio, ampliando así las oportunidades educativas, explotando de esta manera lo que menciona Burgos (2004), la combinación de la transmisión de audio por Internet con el apoyo de una herramienta de mensajes escritos (Inter-Relay Chat). De esta manera se habilitan varios escenarios para la comunicación entre el profesor y el alumno, entre los mismos alumnos y entre expertos en materias y maestros. El gran potencial del radiochat son los dos canales de comunicación paralela, donde el moderador –que es el profesor- y los participantes intercambian mensajes e ideas de forma asíncrona y armoniosa, permitiendo así en el proceso de tutoría en la educación a distancia. Si a esto añadimos que facilita el aprendizaje colaborativo en donde se discuten ideas y de esta manera ayuda al complemento de opiniones entre los involucrados, estamos hablando de una herramienta muy potencial en la educación a distancia.
Así, debemos fijarnos bien que tecnología utilizar y con qué fin, ya que de esto dependerá nuestro éxito o fracaso en un curso basado en tecnología.
Referencias:
Lozano Rodríguez, A., Burgos Aguilar, V. (2007). Tecnología educativa: en un modelo de educación a distancia centrado en la persona. Distrito Federal, México: Limusa.